Agosto, 2021
Amados Hermanos y Amigos...
El apóstol Pedro toma prestadas algunas líneas del Salmo 34 y escribe...
1Pe 3:10-14 Porque el que quiera amar la vida, y ver días buenos, refrene su lengua de mal, y sus labios no hablen engaño; 11 apártese del mal, y haga el bien; busque la paz, y sígala. 12 Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones: Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal. 13 ¿Y quién es aquel que os podrá dañar, si vosotros seguís el bien? 14 Mas también si alguna cosa padecéis por la justicia, sois bienaventurados. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni seáis turbados;
Meditando un poco sobre ese pasaje, hay algunos aspectos importantes que me vienen a la mente:
- si queremos vivir una buena vida, debemos evitar habla mal con nuestra boca (las cosas incorrectas), apartarnos del mal y hacer el bien, sabiendo que los ojos del Señor están sobre nosotros y sus oídos están atentos a nuestra oraciones.
Meditemos sobre esto...
Sabemos que somos justos, no por nada bueno que nosotros hayamos hecho, sino por lo que Jesús hizo cuando estaba aquí en la tierra y Su sacrificio en la Cruz, a través de ello, Dios nos dio revistió con la justicia de Jesús allí en el Calvario...
2Co 5:21 Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en El.
Así que es la justicia de Jesús en nosotros la que nos capacita para apartarnos del mal y hacer el bien, de modo que ahora... ¡Los ojos del Señor están sobre nosotros y sus oídos están atentos a nuestras oraciones! ¡Aleluya!
Ahora el apóstol Juan escribió...
1Jn 5:14-15 Y esta es la confianza que tenemos delante de Él, que si pedimos cualquier cosa conforme a su voluntad, Él nos oye. 15 Y si sabemos que Él nos oye en cualquier cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hemos hecho.
Me abruma el leer las grandiosas promesas que encuentro en la Biblia y entender que según ellas, puedo tener cualquier cosa que le pida a mi Padre Celestial. Muchos Cristianos argumentan: Mira, lo que pides a Dios tiene que ser de acuerdo con Su Voluntad, a lo que yo respondo: ¿por qué querría yo tener algo que mi Padre no quiere que yo tenga? Todo lo que quiero tener es todo lo que Él quiere darme, y que Él lo define en su Palabra como cualquier cosa que yo quiera, porque yo me deleito en Él.
Salmo 37:4 Deléitate asimismo en Jehová, y Él te concederá las peticiones de tu corazón.
Jn 15:7-8 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pediréis todo lo que quisiereis, y os será hecho. 8 En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.
Mat 7:11 Pues si vosotros, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en el cielo dará buenas cosas a los que le pidan?
Hay bastantes pasajes más que nos aseguran que Dios responde a nuestras oraciones, pero esos son suficientes por ahora.
Entonces, cuando sabemos que somos justos, y que podemos tener cualquier cosa que pidamos, entonces sabemos que definitivamente estamos dotados para hacer la Voluntad de Dios aquí y ser Sus Representantes, Sus Embajadores, en Palabras Bíblicas ...
Efe 2:10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Jn 15:16 No me elegisteis vosotros a mí; sino que yo os elegí a vosotros; y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre; Él os lo dé.
Col 1:9-11 Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría y entendimiento espiritual; 10 para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra y creciendo en el conocimiento de Dios; 11 Fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad con gozo;
2Co 5:19-20 De manera que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no imputándole sus pecados, y nos encomendó a nosotros la palabra de la reconciliación. 20 Así que, somos embajadores de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.
De modo que si crees en lo anterior, entonces tienes el poder del mismo Espíritu Santo que tuvo Jesús, para salir y compartir Su amor con las personas quebrantadas en este mundo, echar fuera demonios y sanar a los enfermos, y compartir a Jesús con aquellos que todavía no conocen a Dios.
Heb 12:2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual, por el gozo puesto delante de Él sufrió la cruz, menospreciando la vergüenza, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
Así que también estamos sentados con Jesús en los lugares celestiales. (¡Guao!)
Efe 2:4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, 5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), 6 y juntamente con Él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar con Él, en lugares celestiales en Cristo Jesús;
Entonces, ¿hay algún gozo ante nosotros que nos ayude a soportar nuestra cruz? Bien, leamos los siguientes pasajes y meditemos sobre ellos. Explicaré por qué utilicé 2 Tesalonicenses 1:10 como título en esta carta.
2Tes 1:10 cuando (Jesús) viniere para ser glorificado en sus santos, y para ser admirado en aquel día en todos los que creen (porque nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros).
Entonces, cuando Jesús regrese, será glorificado en sus santos y admirado por todos los que creen. Bueno, ¿qué significa eso?
Su obra en nosotros será admirada en nosotros...
1Jn 3:2 Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando Él apareciere, seremos semejantes a Él, porque le veremos como Él es.
Col 3:4 Cuando Cristo, nuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con Él en gloria.
1Co 15:51 He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos, pero todos seremos transformados. 52 En un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. 53 Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. 54 Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria.
Dan 12:2-3 Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua. 3 Y los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que guiaron a muchos a la justicia, como las estrellas, a perpetua eternidad.
Rom 8:18 Pues considero que los sufrimientos de este tiempo presente no son dignos de ser comparados con la gloria que en nosotros ha de ser manifestada. 19 Porque el anhelo ardiente de la creación, espera la manifestación de los Hijos de Dios.
Rom 8: El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con Él todas las cosas?
Dan 7:18 Después tomarán el Reino los Santos del Altísimo, y poseerán el Reino por siempre, eternamente y para siempre.
Dan 7:22 hasta tanto que vino el Anciano de días, y se dio el juicio a los Santos del Altísimo; y vino el tiempo, y los Santos poseyeron el Reino.
Entonces, al leer esos pasajes, que son asombrosos, podemos seguir el ejemplo de Jesús de mirar hacia nuestro futuro cercano, porque el gozo que se nos presenta nos ayudará a soportar nuestra cruz.
Jud 1:24-25 Y a Aquél que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría, 25 al único sabio Dios Salvador nuestro, sea gloria y majestad, dominio y potestad, ahora y siempre. Amén.
Amados, mediten en esos pasajes. Personalmente me entusiasmo y me lleno de gozo cuando lo hago. No hay absolutamente nada en este mundo que pueda siquiera compararse con lo que nuestro Dios ha preparado para nosotros.
Bendiciones... Alejandro
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