27-11-2013
Querido Pastor. Muchas gracias por haber tomado el tiempo para responder mi carta. Quería responderle inmediatamente, pero el trabajo en el colegio, la familia, los estudios, la testificación etc., me han tenido bastante ocupado, aparte de que me ha tomado un par de días poder organizar mis pensamientos y responder con las inquietudes que están en mi corazón. La razón por la que le escribo a usted es porque sé que ama al Señor sinceramente y sé que después de leer mi carta usted podrá redargüir lo que le escribo y señalar cualquier detalle que sirva de balance, ya que nuestro deseo es el de seguir lo que enseña la Palabra y no distraerse con cosas que nos harían perder el precioso tiempo que Dios nos ha dado. Estoy de acuerdo con usted en que el Señor solo alimentó a las multitudes unas cuantas veces, pero la razón por la que le escribí diciendo que Jesús había sanado a todos los enfermos cuando estuvo encarnado aquí en la tierra fue basado en las siguientes escrituras que así lo dan a entender. Mat 4:23-24 Y Jesús iba por toda Galilea, enseñando en sus sinagogas y proclamando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Y se extendió su fama por toda Siria; y traían a Él todos los que estaban enfermos, afectados con diversas enfermedades y dolores, endemoniados, epilépticos y paralíticos; y Él los sanaba. Mat 9:35-38 Y Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, proclamando el evangelio del reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia. Y viendo las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban angustiadas y abatidas como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: La mies es mucha, pero los obreros pocos. Por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies. Mat 8:16-17 (Lucas 4:40-42) Y al atardecer, le trajeron muchos endemoniados; y expulsó a los espíritus con su palabra, y sanó a todos los que estaban enfermos, para que se cumpliera lo que fue dicho por medio del profeta Isaías cuando dijo: EL MISMO TOMO NUESTRAS FLAQUEZAS Y LLEVO NUESTRAS ENFERMEDADES. Mat 14:34-36 (también Mar 6:53-56) Terminada la travesía, bajaron a tierra en Genesaret. Y cuando los hombres de aquel lugar reconocieron a Jesús, enviaron a decirlo por toda aquella comarca de alrededor y le trajeron todos los que tenían algún mal. Y le rogaban que les dejara tocar siquiera el borde de su manto; y todos los que lo tocaban quedaban curados. Lucas 6:17-19 Descendió con ellos y se detuvo en un lugar llano; y había una gran multitud de sus discípulos, y una gran muchedumbre del pueblo, de toda Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, que habían ido para oírle y para ser sanados de sus enfermedades; y los que eran atormentados por espíritus inmundos eran curados. Y toda la multitud procuraba tocarle, porque de Él salía un poder que a todos sanaba. No hay ni un solo caso en el Nuevo Testamento de alguna enfermedad, o de algún enfermo a quien Jesús no sanará físicamente. Y era usual para el Señor sanar a todos, sin importar si creerían en Él después o no, cualquiera que fuera su historial o su pasado etc., sanaba a todos indiscriminadamente. Hasta la mujer siro-fenicia en Marcos 7, ella logró obtener un sí de Jesús, cuando Él se resistía a sanar su hija. Hasta en su pueblo natal donde no creían en Él... Mar 6:5 Y no pudo hacer allí una gran obra, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sus manos sobre ellos. (Reina Valera Gómez). Jesús dijo allí que un profeta no tiene honra en su propio país, entre sus parientes y en su casa, sin embargo sanó a los enfermos que encontró. Parece que el plan soberano de Jesús, cuando visitaba regiones, comarcas, aldeas o ciudades era además de predicar el evangelio del Reino, asegurarse de que todos los enfermos que apareciesen fuesen curados. Pienso que como.... Dios es luz y en Él no hay ningunas tinieblas. 1Jn1:5 Así que Jesús siendo Dios encarnado, la Luz del mundo, no toleraba en su presencia las obras de las tinieblas, y por lo tanto procedía a imponer la voluntad de su Padre, para hacerla aquí en la tierra como se hace en el Cielo, y como allá no hay enfermedades, sanaba y curaba demostrando así también que el Poder de Dios estaba en Él. Claro que esas escrituras no prueban que Jesús visitara y sanara a todos los enfermos de toda la región. Pero pensando por un momento... ¿Es qué acaso cada enfermo en la región no saldría corriendo en pos de Jesús cuando escuchaba que: Él no solamente lo sanaría de verdad, totalmente, sino que también era gratis y que no importaba tu condición social, tu pasado, tus pecados, tu reputación, etc., Jesús te sanaría con amor además. No es de maravillarse que le traían los enfermos de todas las regiones vecinas también. Jesús entonces se da la vuelta y le ordena a sus discípulos que vayan y hagan lo mismo que Él. Mat 10:7-8 Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia. Mt 10:1, Lc 9:10 Lc 10:8-9 En cualquier ciudad donde entréis y os reciban, comed lo que os sirvan; sanad a los enfermos que haya en ella, y decidles: "Se ha acercado a vosotros el reino de Dios." Más adelante, cuando Jesús ya está partiendo para el Cielo, deja este mandamiento… Mat 28:18-20 Y Jesús vino y les habló, diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y enseñad a todas las naciones, bautizándoles en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. Siendo el caso que el Señor había mostrado tal grado de interés en la sanación de los oprimidos y enfermos, ¿es de maravillarse que el Señor esperase que sus discípulos siguieran su ejemplo de compasión por los oprimidos, y continuarán con su ministerio y lo llevaran adelante? Esto es lo que se deja ver en Marcos 16:15-20 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán serpientes; y si bebieren cosa mortífera, no les dañará; sobre los enfermos pondrán sus manos y sanarán. Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios. Y ellos saliendo, predicaron en todas partes, obrando con ellos el Señor, y confirmando la palabra con señales que les seguían. Amén. Luego en el libro de los Hechos; encontramos discípulos haciendo milagros tales como... Hechos 2:43 Y vino temor sobre toda persona: y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. Hechos 3:6-7 Y Pedro le dijo: No tengo plata ni oro; mas lo que tengo te doy: En el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda. Y tomándole por la mano derecha le levantó; y al instante fueron afirmados sus pies y tobillos; Hechos 5:12 Y por mano de los apóstoles eran hechos muchos milagros y prodigios en el pueblo; y estaban todos unánimes... Hechos 5:15-16 tanto que sacaban los enfermos a las calles, y los ponían en camas y lechos, para que al pasar Pedro, a lo menos su sombra cayese sobre alguno de ellos. Y aun de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; y todos eran sanados. Hechos 6:8 Y Esteban, (no un apóstol sino un diacono, un creyente) lleno de fe y de poder, hacía grandes prodigios y milagros entre el pueblo. Hechos 8:5-7 Entonces Felipe (no un apóstol sino un diacono, un creyente) descendió a la ciudad de Samaria, y les predicaba a Cristo. Y el pueblo, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo los milagros que hacía. Porque espíritus inmundos, dando grandes
voces, salían de muchos poseídos; y muchos paralíticos y cojos eran sanados. Y había gran gozo en aquella ciudad. Hechos 8:13 Entonces Simón mismo también creyó, y cuando fue bautizado, permaneció con Felipe, y viendo las maravillas y grandes milagros que se hacían, estaba atónito. Resucitando muertos. Hechos 9:40-41 Entonces, sacando a todos, Pedro se puso de rodillas y oró; y volviéndose al cuerpo, dijo: Tabita, levántate. Y ella abrió sus ojos, y viendo a Pedro, se incorporó. Y él, dándole la mano, la levantó; y llamando a los santos y a las viudas, la presentó viva. No es de maravillarse que cuando Pedro le está predicando a la casa de Cornelio en Hechos 10:38-39 dice... cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder; el cual anduvo haciendo el bien, y sanando a todos los oprimidos del diablo; porque Dios estaba con Él. Y nosotros somos testigos de todas las cosas que hizo en la tierra de Judea. Esto indica que; Pedro no había visto ningún caso que Jesús no hubiera sanado algún enfermo. Después aparece Pablo en la historia y no solo sanó... Hechos 19:11-12 Y hacía Dios milagros incomparables por mano de Pablo; de tal manera que aun los pañuelos o delantales de su cuerpo eran llevados a los enfermos, y las enfermedades se iban de ellos, y los malos espíritus salían de ellos. En Hechos 20 resucitó un joven de la muerte, llamado Eutico, y bueno son unos cuantos testimonios más. Lo que estas escrituras me hacen pensar es que de alguna manera la iglesia occidental ha perdido el poder que derramó el Espíritu Santo sobre estos primeros discípulos para sanar, y ha abandonado este aspecto de curar milagrosamente a los que están afligidos físicamente, posiblemente porque hemos perdido la fe de que cuando oramos podemos mover montañas. Hay algunos que predican que el día de los milagros ya pasó, porque ahora tenemos la Biblia completa y debido a eso ahora todo lo que se espera que hagamos es vivir vidas santas lo cual demuestran nuestra fe, mas principalmente a lo que se refieren es a “guardar la ley” y el predicar elocuentemente lo cual se supone que derrumbará las fortalezas del enemigo. Pero yo me pregunto si: ¿No es esa una teología muy conveniente; una excusa para justificar que ya no está obrando con nosotros el Señor, y que hoy día no confirma la Palabra con señales? ¿Acaso todavía creemos que...Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por siempre? Heb 13:8 Y que de 1Co 2:4-5 y mi palabra y mi predicación no fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder; para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios. De ser así entonces no tenemos disculpa. Esta es una reflexión muy personal. No estoy para nada satisfecho con lo que le he dado al Señor con mi vida hasta ahora. Si Dios llenó así a sus discípulos con el poder del Espíritu Santo, para que pudieran llevar a cabo la obra que les dio de ganar a otros para el Reino y así glorificar su nombre, ¿Por qué no habrá de hacerlo con nosotros? Sus promesas están aquí en su Palabra a nuestra disposición y los violentos lo toman por la fuerza... Mar 9:23 Y Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible. Oro a diario para que el Señor me ayude a morir a mí mismo y poner de lado cualquier cosa que me impida confiar en Él como un niño, sabiendo que Él es poderoso para hacer mucho más abundantemente de lo que le pedimos o imaginamos a través de su Espíritu que mora en mí. Y a la final, no es por nada que yo haya hecho, que hago ahora o que haré en el futuro para merecer algo, sino exclusivamente por lo que Jesús hizo por nosotros y la victoria que nos dio Él, en la cruz. Es su Justicia la que nos hace ser la Justicia de Dios en Él. 2Cor 5:21 Gloria a Dios... en el poderoso nombre de Jesús... ¡amén! Amor en Jesús... Alejandro
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