Febrero 2019
La palabra “Felicidad” no aparece en la Biblia, así como tampoco aparece “Happiness” en las versiones inglesas, o “Felicidade” en las versiones del portugués.
Hay algunas versiones modernas en las que ha comenzado a aparecer, pero son colocadas en lugar de palabras como bienaventurado, alegre, luz, etc.
Ni Jesús, ni ninguno de los apóstoles nos exhortan a buscar la “felicidad”.
Según el diccionario Felicidad se define así:
1. s. f. Estado de ánimo de quien recibe de la vida lo que espera o desea. Ej: es difícil alcanzar la felicidad. bienaventuranza
2. Sentimiento de satisfacción y alegría experimentado ante la consecución de un bien o un deseo: cuando aprobó las oposiciones, todos sentimos mucha felicidad. contento, alegría.
3. Falta de sucesos desagradables en una acción, buena suerte: el viaje ha transcurrido con toda felicidad. Sin percance
Nosotros los Hijos de Dios somos instruidos por el Señor a buscar nuestra felicidad en Él.
Ahora, debemos entender la diferencia entre la “felicidad” y el “gozo”.
Felicidad proviene de que las condiciones externas a nuestro alrededor, sean favorables. Mientras que el gozo proviene del Espíritu de Dios que está dentro de nosotros, de tal manera que podemos estar llenos de gozo, aunque estemos en medio de persecución, de ataques, de diversos problemas, dificultades, carencias, o incluso ante el propio martirio. Por eso la historia tiene cientos de relatos de hermanos que sonreían y cantaban de alegría delante de sus perseguidores, o en el coliseo romano delante de los leones que les iban a matar.
En lugar de estimularnos a buscar la “felicidad” Jesús nos enseñó… Mar 8:34 Y llamando a la multitud y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz, y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará.
El seguir a Jesús, que es lo más inteligente que una persona nacida de nuevo puede hacer; Encontramos que el negarnos a nosotros mismos termina siendo la llave para finalmente encontrarnos a nosotros mismos, y con ello la satisfacción de sabernos agradando a Dios. No hay mayor gozo para un Hijo de Dios que el hacer la voluntad de Dios, y cumplir con el llamado que Él nos ha hecho en la vida.
Creo que no está demás el aclarar que eso de negarnos a nosotros mismos es algo a lo que Dios nos impulsa en la medida que nos adentramos en Él, ya que si pudiéramos negarnos a nosotros mismos por nuestro esfuerzo propio, entonces tendríamos de que gloriarnos, pero es Dios quien nos impulsa a dejarlo todo atrás. La gloria es toda suya.
Col 1:9-12 Por esta razón, también nosotros, desde el día que supimos de vuestra fe en Cristo, no hemos cesado de orar por vosotros y de rogar para que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría y comprensión espiritual, para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, dando fruto en toda buena obra y creciendo en el conocimiento de Dios; fortalecidos con todo poder según la potencia de su gloria, para obtener toda perseverancia y paciencia, con gozo dando gracias al Padre que nos ha capacitado para compartir la herencia de los santos en luz.
Fil 2:13 porque es Dios el que en vosotros obra así el querer como el hacer, por su buena voluntad.
Jesús nos dejó estas promesas que son grandiosas, y en la cual debemos meditar a menudo...
Jn 14:27 La paz os dejo, mi paz os doy; no como el mundo la da, yo os la doy. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
Jn 15:11 Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.
Rom 5:5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos es dado.
Jn 8:3-36 Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo: Todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el Hijo sí permanece para siempre. Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
Así que en Dios Padre, a través de nuestro Rey Jesús, y con la guía del Espíritu Santo tenemos amor, paz, y gozo garantizados. Es posible que no estés viendo esas virtudes en el mundo que te rodea, o en tu propia vida, pero en la medida que pases tiempo con el Señor, te aseguró que encontrarás gozo que fluye a través de ti hacia todos aquellos que te rodean.
Jn 7:38-39 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. (Esto dijo del Espíritu Santo que habían de recibir los que creyesen en Él; porque el Espíritu Santo aún no había sido dado; porque Jesús no había sido aún glorificado.)
Que mayor dicha que la de saber que Dios Creador de todo cuanto existe habita dentro de nosotros. Y que nuestra relación es eterna, nunca jamás tendrá fin. Eso debemos meditarlo bien...
Jn 17:21-23 Y no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos. Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. Y la gloria que me diste, yo les he dado; para que sean uno, como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfeccionados en uno; y para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado como también a mí me has amado.
Aleluya… Bendiciones..!!!
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