Septiembre 15, 2014
La Iglesia de Jesucristo
Septiembre 15, 2014
La razón por la que el Cristianismo es mal entendido es porque solo una minoría de los así llamados Cristianos viven como verdaderos Cristianos, es decir siguiendo el ejemplo de Jesús. Así que cuando el mundo mira a la mayoría de los Cristianos y los ve desunidos, discutiendo e hiriéndose unos a otros, etc., no es de maravillarse que resulte muy poco atractivo y parezca otra religión más. Queriendo explicar de manera sencilla lo que resalta de las Escrituras sobre lo que es el Cristianismo.
La verdadera Iglesia de Cristo es un solo cuerpo, la Novia de Cristo, y estará totalmente unida. Pero voy un poco más hacia atrás para ver qué es lo que pasó.
Dios ha creado un hermoso Paraíso, donde ha planeado llevar a todos sus Hijos. Dios permitió que el diablo tratara de arruinar su plan. Jesús nos enseñó que el diablo es un ladrón, que es destructor y que es un asesino también. Dios lo permitió porque es parte del proceso a través del cual debemos pasar para llegar a su Paraíso. Así que desde el comienzo, el diablo se ha dedicado a tratar de arruinar las obras de Dios, trayendo maldad y oscuridad, encegueciendo a la gente del mundo para que no puedan ver la luz de Dios y se vuelquen contra Dios. Pero Dios; nuestro adorado Padre Celestial envió a su Hijo Unigénito al mundo, para que viniera y nos rescatara de las manos del maligno, sacrificando su vida por nosotros, habiendo vivido de manera santa como hombre y dio su vida, derramando su sangre como ofrenda por el perdón de nuestros pecados y así rescatarnos del poder de las tinieblas, traernos a su Reino y así reconciliarnos con Dios. Lo que a nosotros nos corresponde hacer para ser hechos Hijos de Dios es creer en Jesús y sus palabras de amor, entregándole nuestras vidas. En Jesús estaba la plenitud de Dios, o sea, verlo a Él, era como ver a Dios Padre. Jesús nos dijo que todo lo que hacía y decía venia de su Padre que moraba en El, o sea que en Jesús podíamos ver la manera en que Dios Padre es y cuáles eran las cosas que le agradaban y cuáles no. Jesús anduvo de un lugar a otro amando a la gente y teniendo compasión de ellas, sanando a todas las que estaban enfermas, y a las quebrantadas de corazón, echando fuera demonios, bendiciendo a los pobres, resucitando muertos y anunciando a todos que el Reino de Dios se había acercado. Así que el gran misterio que había estado oculto desde la creación del mundo y que Dios reveló a sus hijos después de la venida de Jesús fue que El mismo pondría su propio Espíritu Santo en todos nosotros, aquellos que hemos entregado nuestras vidas a Cristo y le hemos recibido con nuestro Rey somos ahora coherederos del maravilloso Reino de los Cielos. Jesús prometió que volverá con poder y gran gloria acompañado de un grandioso ejercito celestial para implantar su Reino en esta misma tierra que habitamos. Mientras le esperamos, nosotros los creyentes hemos sido comisionados para ir por todo el mundo a rescatar a los Hijos de Dios de las garras del maligno, mostrándoles cuan gran amor el Padre Celestial tiene para con ellos, ayudando a los pobres, sanando a los que estén heridos, curando sus enfermedades, rescatándoles de los vicios donde puedan haber caído, restaurando sus corazones quebrantados, echando fuera a cualquier demonio que pueda estar oprimiéndoles y trayéndoles al compañerismo de la maravillosa familia de Dios, la Iglesia de Cristo. La verdadera Iglesia de Cristo se está levantando de aquellos creyentes que toman en serio la Palabra y el llamamiento de Dios y aunque militen dentro de las diferentes denominaciones se parecen en sus características, los dones del Espíritu Santo resaltan en sus vidas, pero también de los Hijos de Dios perdidos en el mundo que están siendo alcanzados con el mensaje ahora, y todos estarán ungidos con el poder del Espíritu Santo y gozaran de la unión por la que Jesús oro al Padre… La gloria que me diste les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno: yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfeccionados en unidad, para que el mundo sepa que tú me enviaste, y que los amaste tal como me has amado a mí. Juan 17:20-23
Un día antes de lo que la mayoría de la gente piensa, Jesús regresará con un gran Ejército Celestial para rescatar al mundo entero de las manos del diablo y implantar su Reino amoroso aquí mismo en la Tierra.
Mientras eso no llega, nosotros los creyentes, hemos sido comisionados a amarnos unos a otros y salir al mundo entero y rescatar al pueblo de Dios de las manos del diablo, mostrándoles cuánto los ama Dios, haciendo las mismas cosas que Jesús hizo para mostrarles que Dios les ama: sanando sus enfermedades, rescatándolos de los vicios en los que han caído, restaurando a los quebrantados de corazón, alcanzando a los pobres, echando fuera cualquier demonio que pueda estar atormentándolos y devolviéndolos a la comunión de la maravillosa Familia de Dios.
Jesús nos hizo saber que Como el Padre le envió al mundo, así también Él nos ha enviado al mundo. Jn 17:18. Y el mismo Espíritu Santo que estaba en Jesús está también en nosotros, y nos ha dado autoridad sobre todo el poder del enemigo, por lo que en el nombre de Jesús podemos hechar fuera demonios, curar cualquier enfermedad y resucitar muertos... Jn 14:12-14 En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores que estas hará, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidáis en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré.
¿Y tú, eres parte de la Iglesia de Dios? No te quedes afuera, pídele a Jesús que entre en tu corazón y confiesa que es el Señor de tu vida, pídele que te ayude a encontrar una Iglesia basada en la Biblia. Lee su Palabra todos los días, para que puedas crecer en el Espíritu y en el Poder de Dios, y asegúrate de escribirme y dejarme saber que lo has hecho, también envíame cualquier pregunta que tengas.
Bendiciones… Alejandro
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