Octubre 4, 2014
Hace un tiempo que sentí el deseo de escribir acerca de la manera en que hablamos. En nuestro hogar de vez en cuando me he encontrado en la necesidad de orientar la manera en que algunos de mis hijos se hablaban entre sí. Así que con mi concordancia Bíblica me di un paseo por pasajes que hablasen de nuestras palabras y vaya que gran tema. Aquí comparto algunas de las enseñanzas que señalan las escrituras. Nuestro Señor Jesús ciertamente le dio una importancia tremenda… Mat 12:34-37 ¡Camada de víboras! ¿Cómo podéis hablar cosas buenas siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca. El hombre bueno de su buen tesoro saca cosas buenas; y el hombre malo de su mal tesoro saca cosas malas. Y yo os digo que DE TODA PALABRA VANA que hablen los hombres, darán cuenta de ella en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado. Eso es poderoso, como para memorizarlo...! Mat 15:18-20 Lo que sale de la boca proviene del corazón, y eso es lo que contamina al hombre. Porque del corazón provienen malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios y calumnias. Estas cosas son las que contaminan al hombre; Salen todas por nuestra boca. Está muy claro que podemos levantar o derrumbar a alguien con nuestras palabras… ¿Si? El libro de Efesios nos ordena… 4:29 No salga de vuestra boca NINGUNA palabra mala, sino sólo la que sea buena para edificación, según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que escuchan. Cuando nos dirigimos a alguien, la Palabra de Dios nos exhorta a hacerlo en amor, TODO EL TIEMPO. Santiago explica… 1:26 Si alguno se cree religioso, pero no refrena su lengua, sino que engaña a su propio corazón, la religión del tal es vana. Luego advierte… 3:5-12 Así también la lengua es un miembro pequeño, y sin embargo, se jacta de grandes cosas. Mirad, ¡qué gran bosque se incendia con tan pequeño fuego! Y la lengua es un fuego, un mundo de iniquidad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, la cual contamina todo el cuerpo, es encendida por el infierno e inflama el curso de nuestra vida. Pero ningún hombre puede domar la lengua; la cual es un mal turbulento y lleno de veneno mortal. Con ella bendecimos a nuestro Señor y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que han sido hechos a la imagen de Dios; de la misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. ¿Acaso una fuente por la misma abertura echa agua dulce y amarga? ¿Acaso, hermanos míos, puede una higuera producir aceitunas, o una vid higos? Tampoco la fuente de agua salada puede producir agua dulce. Entre muchas lecciones importantes podemos entonces ver que con nuestra boca y lo que decimos proceden bendiciones o maldiciones no solo para aquellos a nuestro alrededor sino para nuestras propias vidas. Por eso debemos mantener nuestras mentes ocupadas con todo lo que es verdadero, todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable, si hay alguna virtud o algo que merece elogio, en esto meditad, como dice Filipenses 4:8 para que entonces de la abundancia de lo que llevamos adentro podamos bendecir nuestras vidas y la de los que nos rodean cuando hablamos. La Biblia está llena de pasajes que enseñan sobre el tema, solo colocaré un par del libro de Proverbios y uno de Pedro… 1Pe_3:10 Pues el que quiera amar la vida y ver días buenos, REFRENE SU LENGUA del mal y sus labios no hablen engaño. Pro_10:11 Fuente de vida es la boca del justo, pero la boca de los impíos encubre violencia. Pro_10:14 Los sabios atesoran conocimiento, pero la boca del necio es ruina cercana. Pro_11:11 Por la bendición (que sale de la boca) de los rectos, se enaltece la ciudad, pero por la boca de los impíos, es derribada. Pro_12:14 Por el fruto de su boca cada cual se saciará de bien, y las obras de las manos del hombre volverán a él. Pro_13:3 El que guarda su boca, preserva su vida; el que mucho abre sus labios, termina en ruina. Pro_18:7 La boca del necio es su ruina, y sus labios una trampa para su alma. Pro_18:20 Con el fruto de su boca el hombre sacia su vientre, con el producto de sus labios se saciará. Pro_18:21 Muerte y vida están en poder de la lengua, y los que la aman comerán su fruto. Pro_21:23 El que guarda su boca y su lengua, guarda su alma de angustias. Pro_10:19 En las muchas palabras, la transgresión es inevitable, mas el que refrena sus labios es prudente. Pro_16:24 Panal de miel son las palabras agradables, dulces al alma y salud para los huesos. Pro_29:20 ¿Ves a un hombre precipitado en sus palabras? Más esperanza hay para el necio que para él. Bueno, espero que mediten esas escrituras y cuiden las palabras de sus bocas…
Amor en Jesús... Alejandro
Comments