Sept 18, 2022
Cada nuevo día viene con un nuevo problema, batallas y dificultades adjuntas, y tenemos que verlos como obstáculos que vienen para hacernos mejores, ¿para qué otra cosa vendrían? ... Bueno, para ayudarnos a alcanzar nuestros objetivos, para empezar. Rom 8: Y si hijos, también herederos; herederos de Dios, y coherederos con Cristo; si es que padecemos juntamente con Él, para que juntamente con Él seamos también glorificados. 28 Y sabemos que todas las cosas ayudan a bien, a los que aman a Dios, a los que conforme a su propósito son llamados.
Y si somos Hijos, también somos herederos; herederos de Dios, y coherederos con Cristo. Dios, no es sólo nuestro Dios, es nuestro verdadero y amoroso Padre, nuestro Papá, y Él permite que todas las dificultades y las persecuciones, que tenemos que soportar, nos fortalezcan. La lectura de este pasaje de Daniel 11 nos ayuda a hacernos una mejor idea.
Dan 11:35 Y algunos de los sabios caerán para ser purificados, y limpiados, y emblanquecidos, hasta el tiempo determinado; porque aun para esto hay plazo.
Así que reciban todas sus pruebas y dificultades con alegría, agradeciendo al Señor con alabanzas, sabiendo que tenemos el poder de ganarlas y superarlas todas. Siempre teniendo en cuenta que nuestra victoria no tiene nada que ver con nuestras propias obras, sino que se trata de cuan bueno es Dios, y de que Jesús ya pagó para limpiarnos y hacernos aptos para sentarnos a la mesa del Padre como sus Hijos e Hijas. Heb 10:14, Rom 8:1 Así que la victoria es nuestra para acogerla.
Mat 5:10-12 Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia; porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Regocijaos y alegraos; porque vuestro galardón es grande en el cielo; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.
Luke 10:19 He aquí os doy potestad de hollar sobre las serpientes y sobre los escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada en ningún modo os dañará. Mar 9:23 Y Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible. 2Pe 1:3 Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de Aquél que nos ha llamado a gloria y virtud; por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas fuésemos hechos participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo por la concupiscencia. 1Tes 5:16-19 Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo; porque ésta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. No apaguéis el Espíritu.
Así que acoge todas tus pruebas y dificultades con alegría, sabiendo que tenemos el poder de ganarlas y superarlas todas...
1Pe 4:12-13 Amados, no os extrañéis acerca de la prueba de fuego la cual se hace para probaros, como si alguna cosa extraña os aconteciese; antes bien regocijaos en que sois participantes de los padecimientos de Cristo; para que cuando su gloria sea revelada, os regocijéis con gran alegría.
Cuando repaso los capítulos Bíblicos que he memorizado, me doy cuenta de lo rápido que nuestra memoria olvida cosas que en el presente podemos saber muy bien. Por eso, una estrategia que el enemigo utiliza mucho cuando nos ataca, es hacer que nos enfoquemos en el problema, en las dificultades, en el dolor, en el informe médico, en el tamaño del problema económico, etc., algo así como: mira a los gigantes de la tierra y aparta tus ojos de Jesús.
Ese es el momento en el que necesitamos volver a mirar a las promesas de Dios, citarlas en voz alta, a nosotros mismos y a el enemigo también, volver a poner nuestros ojos en Jesús, y recordarnos a nosotros mismos... mayor es el que está en mí... he sido curado por las heridas de Jesús... porque soy un heredero... soy partícipe de las grandes riquezas de Dios... y Dios es mi proveedor, y Él me da según sus riquezas, 1Co 15:57 Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.
Estar rodeado de personas positivas y llenas de fe que nos apoyan en estos tiempos es una bendición extra.
Una afirmación bíblica muy importante y que no se enfatiza lo suficiente es la de "conocer la voluntad de Dios", ya que cuando lo hacemos, vemos que Dios está a nuestro favor y no en nuestra contra... "creciendo en el conocimiento de Dios que nos ha llamado".
Col 1:9-14 Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría y entendimiento espiritual; para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra y creciendo en el conocimiento de Dios; Fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad con gozo; dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo; en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados. (también Efesios 1:7-10)
Hay más pasajes como el anterior, el punto es que Dios quiere que conozcamos su voluntad, está muy claro que Él quiere que seamos muy productivos y así poder glorificarle.
Jn 15:16 No me elegisteis vosotros a mí; sino que yo os elegí a vosotros; y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre; Él os lo dé. Jn 15:8 En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.
Recordemos siempre que Jesús nos dio su gozo, por lo que debemos estar gozosos sobre todo en los momentos difíciles, esa es una de las razones por las que nos dio su gozo para...
Jn 15:11 Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.
Filp 4:4 Regocijaos en el Señor siempre: Otra vez digo: Regocijaos.
Rom 12:11-12 Diligentes, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor. Gozosos en la esperanza, perseverando en la tribulación, constantes en la oración.
Rom 15:13 Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.
Otro pensamiento puede ser: esto me está pasando por culpa de mis pecados y malas acciones. Bueno, seguramente que el diablo está siempre presente para recordarte de todas tus maldades, te acusará de ellas y así debilitará tu fe. Pero recordemos siempre que cuando Dios nos ve, Él ve su propia justicia sobre nosotros, y no recuerda nuestros pecados 2Co 5:21 Al que no conoció pecado, lo hizo pecado por nosotros, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él. Heb 8:12 Porque seré propicio a sus injusticias, y de sus pecados y de sus iniquidades no me acordaré más.
Si estamos caminando con el Señor, obedeciendo Su voz en nuestro interior, entonces podemos descartar la acusación de "mis pecados" y saber que, a fin de cuentas, es un hecho el que tenemos que enfrentar batallas aquí en este mundo caído, y nuestros enemigos espirituales luchan contra nosotros todo el tiempo, y no luchamos contra la carne y la sangre, sino contra enemigos espirituales, y de hecho, estamos llamados a pelear la buena Batalla de la Fe, y ya que el mismo Espíritu de Dios está dentro de nosotros, entonces tenemos el poder de ordenar al enemigo y él tiene que irse. Ef 6: 10-18, 1Tim 6:12, 1Cor 3:16
Y en caso de que hayas descuidado tu comunión con el Señor por cualquier razón... 1Jn 2:1 Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.
1Jn 1:9 Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
Arrepiéntete, pídele al Señor que te perdone, levántate, arregla la situación y mira hacia arriba. Una vez que restauramos nuestra comunión con el Señor, caminamos en oración para que podamos caminar y correr libres de los pecados que nos asedian tratando de impedir que salgamos victoriosos.
Jn 8:36 Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
Aleluya, ¿para qué arrastrar los pies cuando podemos correr libremente? Recuerda que nos hacemos de esclavos de aquello que obedecemos Rom 6:16.
¡La Victoria es nuestra, pero tenemos que acogerla!
Bendiciones... Alejandro
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