Porque el que habla en lengua desconocida, no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque en espíritu hable misterios. 1Cor 14:2
Algo que para mí ha sido una gran bendición y una herramienta súper fortalecedora y hoy más que nunca, es el orar en lenguas. Durante el día oro en lenguas constantemente.
Oro por todo lo que oro en lenguas, y en algunos de los idiomas que hablo y porqué...? Claro, no en público ya que no queremos perturbar a los demás, pero...
Con toda oración y súplica orad en todo tiempo en el Espíritu, y así, velad con toda perseverancia y súplica por todos los santos; Efe 6:18 (si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, 1Co 14:13, noten lo de “toda oración”)
Notemos la petición de Judas a los hermanos en su epístola… Jud 1:20 Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo… Lo ven? orando en el Espíritu.
El que habla en lengua desconocida, a sí mismo se edifica; 1Co 14:4a ... si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto (sin entender)
¿Qué hay entonces? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu (lenguas), pero cantaré también con el entendimiento. 1Cor 14:15
Cuando oramos en lenguas, nuestra mente física se queda en neutro. Y son las oraciones más sinceras que pudiéramos hacer, ya que nuestro Espíritu, que es nacido de Dios, ora de acuerdo a la voluntad de Dios...
Y de la misma manera, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos; pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecible. Y el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos. Rom 8:26-27
Como sabes a veces nuestras oraciones pueden ser algo egoístas cuando oramos con el entendimiento, pero cuando oramos con el corazón, en lenguas, nuestro único interés es la voluntad de Dios. Además de pasar tiempo en la Palabra, orar en lenguas es una de las maneras más prácticas de alimentar nuestra alma, en este tipo de comunión con Dios. Entendiendo claro está, que me estoy refiriendo al orar en lenguas en privado, ya que orar en lenguas en una congregación conlleva el seguir todas las reglas dadas por el apóstol en 1Cor 14.
Es posible que tú tal vez aún no hayas recibido el don de Lenguas. El apóstol Pablo nos exhorta principalmente a vivir en amor; pero también a desear ardientemente los dones espirituales. 1Co 14:1
Pues como verás, nuestro Padre Celestial ha prometido llenarnos de su Espíritu Santo son solo pedirlo, y con Él vienen los dones espirituales también. 1Co 12:8-10
Luc 11:13 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?
Por eso os digo que todas las cosas por las que pidieres en oración, creed que ya las habéis recibido, y las recibiréis. Mar 11:23
Una vez que hayas pedido hayas recibido el Espíritu Santo, cuando estés a solas en oración en tu “closet”, simplemente suelta tu lengua y verás milagros.
Hay hermanos en la fe que no disfrutan de este maravilloso e importante don, por doctrinas de hombres que han aprendido en diversas denominaciones que dicen que los dones del Espíritu cesaron después que del tiempo de los apóstoles, pero las doctrinas de iglesias que no se llevan por el consenso general de la Palabra de Dios son doctrinas de hombres y no de Dios.
Pero debo añadir que he conocido algunos hermanos que son buenos ejemplos en su amor sacrificado por los perdidos, y que no oraban en lenguas, y otros que si lo hacían pero no eran tan dedicados. Así que el orar en lenguas no es lo más importante. Pero... ¿Porqué no usar todo lo que Dios a puesto a nuestra disposición para hacer lo mejor para Él? Y el orar en lenguas nos ayuda a orar de acuerdo a la voluntad de Dios, y fortalecer nuestra alma, para que podamos seguirle mejor y ser mejores representantes suyos.
Así que cualquier cosa que hagamos, hagámoslo todo para la Gloria de Dios.
Bendiciones... Alejandro
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