Octubre 2022
Nuestro tiempo de oración debe comenzar siempre dejando que Dios nos hable y nos guíe al orar. El Señor nos habla por medio de esa voz que nos viene a la mente desde nuestro corazón y jamás contradice a Su Palabra, si esa voz llegará a contradecir las Escrituras es porque no es la voz de su Espíritu, y es importante aprender a discernir su voz.
Jesús nos recomienda que no utilicemos repeticiones vanas cuando oramos, ya que nuestro Padre Celestial sabe de antemano que es lo que vamos a decir y además no es tonto, pues no es difícil imaginar a alguien delante del Altísimo repitiendo lo mismo una y otra vez como si fuera sordo, o le faltara entendimiento.
Sin embargo, además de las oraciones que el Espíritu Santo nos guía a orar y que son parte de nuestra comunión personal con nuestro maravilloso Padre Amoroso, y parte de nuestro caminar diario con Él, hay oraciones que podemos copiar por las cosas maravillosas que podemos pedir si las usamos.
Si el Apóstol Pablo fue guiado por el Espíritu Santo para hacer estas oraciones, ¿Por qué no usarlas para orar por nosotros también, al orar por nuestra propia familia, nuestros amigos?
En la carta a los Efesios capítulo 3:
Efe 3:14-21 Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien es nombrada toda la familia en el cielo y en la tierra, para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; que habite Cristo por la fe en vuestros corazones; para que, arraigados y fundados en amor, podáis comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura; y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento; para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios. Y a Aquél que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos, o entendemos, según el poder que opera en nosotros, a Él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús, por todas las edades, por siempre jamás. Amén.
Así que cuando la uso para mí, digo... Doblo mis rodillas ante ti, Padre mío, Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toda la familia del cielo y de la tierra lleva el nombre, para que me concedas, según las riquezas de Tu Gloria, el ser fortalecido con poder por tu Espíritu en mi hombre interior; para que Cristo habite en mi corazón por la fe; para que, arraigado y cimentado en Tu Amor, pueda yo comprender con todos los santos cuál es la anchura, la longitud, la profundidad y la altura del amor de Cristo, que sobrepasa todo conocimiento, a fin de ser colmado con toda la plenitud de Dios. A ti, Padre mío, que eres capaz de hacer mucho más de lo que te pedimos o pensamos, según Tu Poder que obra en mí, a ti sea la gloria en la Iglesia por Cristo Jesús, por todos los siglos. Amén.
En la misma carta a los Efesios:
Efe 1:16-21 no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo mención de vosotros en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de Él; alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza de su llamamiento, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia con los santos; y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fortaleza, la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos, y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y potestad y potencia y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este mundo, sino también en el venidero;
En la medida que ponemos esta oración en nuestras propias palabras es abrumador el darnos cuenta de lo que es lo que estamos pidiendo, cuando meditamos en estas peticiones... que el Padre de la Gloria nos dé el espíritu de...
- Sabiduría... la capacidad de usar nuestro conocimiento y experiencia para tomar buenas decisiones y juicios, y otras virtudes que tú le puedas agregar a ese concepto.
- Revelación... el acto de dar a conocer algo que era secreto, descubrir una verdad que estaba encubierta, o un hecho que se da a conocer, en este caso el poder conocer más de nuestro Dios, es decir que podamos…
- Conocerlo... yo diría, conocerlo más íntimamente... de manera muy personal.
- La Esperanza del llamamiento del Creador a nuestras vidas. Eso es algo en que debemos meditar: La esperanza de Dios. Esperanza: desear que algo suceda y se haga realidad en este mundo, y generalmente tener una buena razón para pensar que así será.
- ¿Cuáles son las Riquezas de la Gloria de su Herencia con los Santos? Pues, si Dios es dueño de todo el mundo, tanto físico como espiritual, nos imaginamos que sus riquezas son también infinitas. Somos herederos con Cristo de ellas. Gálatas 4:7
- Cuál es la supereminente grandeza de su Poder para con nosotros... Con toda seguridad es fenomenal. Oye, el poder de Dios está de nuestro lado.
Recuerda que Jesús dijo...
Jn 15:8 En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.
Así que amigos, la voluntad de Dios es que demos mucho fruto, no poco...
Jn 15:16 No me elegisteis vosotros a mí; sino que yo os elegí a vosotros; y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre; Él os lo dé.
So… Efe 2:10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Lo que Dios nos pide que hagamos es imposible para nosotros, pero no para Él, y Él habita en nosotros, así que si nos rendimos al Él y le permitimos que nos use, no hay límite en cuanto a lo que lograremos, recordando que Él es quien se lleva toda la gloria, ya que es Él quien lo hace todo.
1Co 6:19-20 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo que está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque comprados sois por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
Otra oración de Pablo…
Col 1:9-14 Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría y entendimiento espiritual; para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra y creciendo en el conocimiento de Dios; Fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad con gozo; dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo; en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.
Padre, lléname con el conocimiento de tu voluntad en toda sabiduría y entendimiento espiritual, para que pueda caminar digno de Ti, y complacerte en todo lo que hago, fructífero en toda obra y creciendo en todo conocimiento acerca de Ti, facultado con todo poder, según la fuerza de tu Gloria, con toda paciencia y longanimidad, lleno de gozo. Gracias que he sido liberado del poder de las tinieblas y que ya he sido trasladado a tu Reino, por la remisión de todos mis pecados a través de la preciosa Sangre de Jesús.
Claro está que también podemos utilizar otras oraciones que encontramos en la Biblia, especialmente las del Nuevo Testamento. El Espíritu Santo siempre nos guiará cuando oramos.
Rom 8:26 Y de la misma manera, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos; pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
Cuando oremos por nuestros seres queridos, recordemos algunas de estas peticiones.
Pidamos en grande. Todas las cosas son nuestras cuando oramos de acuerdo con Su Voluntad. ¡Y Su Voluntad es que seamos fructíferos en todas las cosas!
Te agradecería que me enviaras una nota, si esta lectura ha sido una bendición para ti.
Amor en Jesús… Alejandro
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