En todo lo que hacemos, debemos mirar hacia nuestro mejor ejemplo, y por supuesto estoy hablando de Jesús.
Jn 14:10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo de mí mismo; sino que el Padre que mora en mí, Él hace las obras. En otras palabras, Dios el Padre era quien hacía todas las obras que Jesús hacía a través de Él, así que creo que este es el mejor ejemplo a seguir, dejar a un lado nuestros esfuerzos personales y dejar que sea el Espíritu de Dios quien obre a través de nosotros.
Así vemos que Jesús comenzó su ministerio con 40 días de ayuno. Mateo 4: 1-2 En cierto modo, ayunó por nosotros, como las otras grandes cosas que hizo por nosotros, fuimos bautizados con él, morimos y resucitamos de entre los muertos con él, etc. Rom 6: 4, 6, 8, Col 2: 12-13
Mar 2:18-20 Y los discípulos de Juan y los de los fariseos ayunaban; y vinieron, y le dijeron: ¿Por qué los discípulos de Juan, y los de los fariseos ayunan, y tus discípulos no ayunan? Y Jesús les dijo: ¿Pueden ayunar los que están de bodas, mientras el esposo está con ellos? Entre tanto que tienen consigo al esposo, no pueden ayunar. Pero vendrán días cuando el esposo les será quitado, y entonces en aquellos días ayunarán.
Jesús ayunó y dijo que nosotros, sus discípulos ayunaríamos, sin embargo, Él dijo que sus discípulos ayunarían cuando el novio les fuese quitado. Bueno, podemos regocijarnos de que ahora, el Novio vive dentro de nosotros. Este punto es bastante interesante, como para meditar en ello.
También es interesante notar que no hay exhortación a ayunar en ninguna de las cartas de los apóstoles en todo el Nuevo Testamento.
También podemos intuir que el ayuno siempre está ligado a la oración.
Cuando queremos dedicarnos plenamente a la oración, a prestar más atención al Espíritu de Dios, por ello ayunamos, así el tiempo que dedicamos y que pasamos cocinando, comiendo y limpiando después, lo podemos dedicar todo a la oración y darle toda nuestra atención a Dios.
El ayuno también sirve para disciplinarnos, ya que le recordamos a nuestro cuerpo físico que el nuestro yo, el Espíritu es quien gobierna nuestro ser y que aunque el cuerpo nos haga saber que quiere comer en voz alta, nosotros hemos decidido no comer y punto.
Rom 8:11-14 Y si el Espíritu de Aquél que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó a Cristo de entre los muertos, vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros. Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne. Porque si vivís conforme a la carne, moriréis, mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios.
Este pasaje nos ilustra que por el Espíritu mortificamos las obras del cuerpo.
Por tanto, el ayuno además de ser recomendado para ayudarnos a desintoxicar nuestros cuerpos físicos, practicado con cierta regularidad, lo que es importante para nosotros con el ayuno es el dedicar más tiempo a Dios, su Palabra, la oración y a la meditación.
Encontramos en el libro de Hechos 13 que los discípulos estaban ayunando y orando cuando recibieron un mandato del Espíritu de enviar a Pablo y Bernabé al campo de misión.
Hech 13:2-3 Mientras ministraban al Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he llamado. 3 Entonces, después de ayunar, orar y haber impuesto las manos sobre ellos, los enviaron.
El ayuno no solo se refiere a no comer, sino también a alejarnos de cualquier actividad que nos impida tener comunión con Dios, ya sea leer libros, revistas, radio, televisión, películas, y otras cosas del mundo.
Ayunar... ¿por cuánto tiempo? Siempre que el Espíritu de Dios en nosotros nos inspire a hacerlo. Apartar un día de la semana para ayunar puede ser un buen hábito, siempre que seamos guiados por el Señor.
En cuanto al ayuno, hablando de lo que comer y lo que no, a veces podemos, dependiendo de nuestro estado físico, ayunar de alimentos sólidos y solo tomar agua, o líquidos, y claro, el ayuno siempre excluye las bebidas alcohólicas.
Podemos ayunar solos, pero a veces es bueno poder ayunar con un amigo, o con la familia o la congregación. Los niños podrían participar después de los 12 años, ya que están en período de crecimiento físico, si es que ellos así lo desean; Ellos podrían tomar líquidos, jugos, batidos, etc., , así como los guíe el Señor. Que no hacer cuando estemos Ayunando.
Mat 6:16-18 Y cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas; porque ellos desfiguran sus rostros para mostrar a los hombres que están ayunando. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa. Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, para no hacer ver a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Debemos cuidarnos de nuestra "carne", o sea nuestro ego, porque puede fácilmente hacernos pensar en lo bueno y sacrificado que somos, y que es gracias a nuestros esfuerzos y obras personales que nos acercamos a Dios, o que somos mejores que los demás, o que conquistamos ciertos derechos para con Dios a través de nuestro ayuno, así como podríamos hacer con cualquier otra "buena obra". Es ahí cuando caemos en la "religiosidad" y fácilmente en nuestra propia justicia, y esa clase de conducta, ese tipo de comportamiento es lo que a Dios menos le gusta de parte de sus Hijos.
Lo importante es estar siempre conscientes de que es el Espíritu de Dios en nosotros el que nos motiva a hacer las obras de Dios, por lo tanto toda la gloria es de Dios, y que tenemos el poder para hacer esas obras porque ya estamos en Dios, y no que las obras nos acercan más a Dios.
Rom 8:5-8 Porque los que andan de la carne, piensan en las cosas de la carne; pero los que caminan en el Espíritu, en las cosas del Espíritu. 6 Porque la mente carnal es muerte, pero la mente espiritual, es vida y paz: 7 Porque la mente carnal es enemistad contra Dios; porque no se sujeta a la ley de Dios, ni tampoco puede. 8 Así que, los que andan en la carne no pueden agradar a Dios.
Mucha gente dentro de las iglesias piensa que las inclinaciones de la carne tienen que ver principalmente con la lujuria, pero la inclinación más fuerte de la carne es la de ser admirada por sus propios méritos, "el orgullo".
Es por eso que las personas que no han nacido de nuevo a través de un encuentro personal con Jesús, pero que practican alguna religión, incluida la “cristiana”, se dejan llevar por su justicia propia y se vuelven parecidos a los fariseos judíos de los días de Jesús, y comienzan a condenar a los demás, porque se creen más buenos y santos, ya que a través de su fuerza de voluntad logran controlar sus impulsos carnales, y esto, en lugar de acercarlos a Dios, solo los acerca a su propio ego. Ahora, cuando entendemos que todo lo que somos y tenemos nos fue dado por gracia, es decir, "gratis", no podemos jactarnos de nada, pero reconocer humildemente que se lo debemos todo a Dios y luego ayudar a otros a ver lo que podrían tener si vienen a Dios, y que sea Él quien los transforme y obre a través de ellos.
Hay algunos que piensan que si pasan tiempo ayunando, Dios tendrá que responder sus oraciones por su sacrificio personal o por su dedicación. Amigos, eso se llama religión, Cristianismo es otro dogma diferente, nuestras buenas obras no agradan a Dios, lo único que mueve la Mano de Dios es la fe que tenemos en Sus promesas por el sacrificio de Jesús en la Cruz por nosotros. Es lo que Jesús hizo en la cruz lo que nos hace justos y nada de lo que hayamos hecho o podamos hacer por nuestros esfuerzos carnales. Jesús es quien nos justifica y su Espíritu que obra en nosotros.
2Cor 5:21 Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en El.
Aquí les dejo la mejor definición de “Ayuno” en las propias palabras de Jehová.
Isa 58:1-11 Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado. Que me buscan cada día, y quieren saber mis caminos, como gente que hubiese obrado justicia, y que no hubiese dejado la ley de su Dios; me piden justos juicios, y quieren acercarse a Dios. Dicen: ¿Por qué ayunamos, y tú no lo ves? ¿Por qué humillamos nuestras almas, y tú no te das por entendido? He aquí que en el día de vuestro ayuno halláis placer, y oprimís a todos vuestros obreros. He aquí que para contiendas y debates ayunáis, y para herir con el puño inicuamente; no ayunéis como hoy, para que vuestra voz sea oída en lo alto. ¿Es tal el ayuno que yo escogí, que de día aflija el hombre su alma, que encorve su cabeza como junco, y haga cama de cilicio y de ceniza? ¿Llamaréis a esto ayuno y día agradable a Jehová? ¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, quitar las pesadas cargas, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo? ¿No es que compartas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes metas en casa; que cuando vieres al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu propia carne? Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu sanidad se dejará ver pronto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia. Entonces invocarás, y te oirá Jehová; clamarás, y dirá Él: Heme aquí. Si quitares de en medio de ti el yugo, el extender el dedo, y hablar vanidad; Y si derramares tu alma al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía. Y Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y engordará tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan.
Esa es la mejor definición de "ayuno" en la Biblia. En otras palabras, dedica tiempo a ayudar a quienes te rodean y que necesitan de tu ayuda, ese es el mejor ayuno que podemos hacer.
Medita en ese pasaje y verás que lo más importante es el amor a los necesitados.
Bendiciones... Alejandro
Si estas líneas han sido de bendición para ti, no dudes en compartirlas con tus amigos y contactos. Hoy es el día, mañana puede que sea tarde. Debemos hacer las obras del que nos escogió mientras es de día, la noche vendrá en que nadie podrá trabajar. Jn 9:4
Además, como habrás notado, todo nuestro material está ahí para ti totalmente gratis. Si el Señor te inspira a dar una donación para ayudarnos a continuar compartiendo la Palabra con el mundo, hay un enlace a nuestra cuenta PayPal en nuestra página de inicio.
Es bueno tener presente que todo aquello que damos para esparcir el Evangelio se convierte en una inversión en el Reino de los Cielos, y nosotros estaremos eternamente agradecidos... ¡Gracias!
Comentarios