Septiembre, 2019
Jn 1:1-2,14 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. 2 Él estaba en el principio con Dios.… 14 Y el Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
He comenzado con estos pasajes, sólo para dejar claro que Jesús es la Palabra, y la Palabra es Jesús, y que Jesús es la Palabra de Dios hecha carne.
Heb 4:12-13 Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir los pensamientos y las intenciones del corazón. 13 Y no hay cosa creada oculta a su vista, sino que todas las cosas están al descubierto y desnudas ante los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.
Cuando abrimos una Biblia y leemos con un deseo sincero de conocer más a Dios, es como abrir una puerta al reino espiritual. Sabemos que Dios es Espíritu, y nuestros cinco sentidos no pueden percibir la dimensión espiritual y por ende nuestra mente física no puede captar el mundo espiritual ya que es una dimensión diferente. Cuando sabemos que la Palabra de Dios está viva entonces nos damos cuenta de que Jesús mismo es quien está frente a nosotros y comienza a hablarnos a través de su Espíritu Santo a través de la Biblia, y esa es una verdad asombrosa.
Jn 4:24 Dios es espíritu, y los que le adoran deben adorarle en espíritu y en verdad.
1Co 2:14 Pero el hombre natural no acepta las cosas del Espíritu de Dios, porque para él son necedad; y no las puede entender, porque se disciernen espiritualmente.
Cada vez que te tomes un tiempo para leer tu Biblia, date cuenta de que Dios te hablará. ¡La Palabra está viva y la Palabra es Jesús!
Jn 14:23 Respondió Jesús y le dijo: Si alguno me ama, mis palabras guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos con él morada.
Estas promesas, a medida que meditamos en ellas, comenzaremos a entender lo grandiosas que son, e infinitamente sensacionales. Cuando pasamos tiempo leyendo la Palabra de Dios, entonces Dios empieza a habitar en nosotros, lo que significa Dios Creador, el único Dios, veamos, si pensamos un poco en las características de Dios, podríamos decir: Amor, Majestad, Santidad, Misericordia, Sabiduría, Poder, Eternidad, Salud, Luz, Abundancia, Libertad, mil cosas maravillosas más, sucede que el mismo Espíritu de Dios, con todo lo que es, comienza a vivir dentro de nosotros. Tener en cuenta esta realidad debería ser razón suficiente para que hagamos de nuestro tiempo con Él, el momento más deseado de nuestro día. Al igual que cuando un novio enamorado está loco por pasar tiempo con su novia, así deberíamos anhelar estar a solas con nuestro Dios.
Mat 6:6 Mas tú, cuando ores, entra en tu alcoba, y cerrada tu puerta ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará en público.
Veamos un poco más lo que dice Jesús sobre su Palabra. Siempre que sea posible, es bueno para nuestra alma leer las Escrituras en voz alta.
Jn 6:63 El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os hablo son espíritu y son vida.
Cuando la Palabra de Dios habla de la carne, se refiere a nuestro hombre físico y al mundo material que le rodea, en el que las cosas son temporales y desaparecerán, en el mundo de Dios, la vida es eterna. Al introducir las Palabras de Dios en nuestra alma, nos llenamos del Espíritu y de la propia Vida de Dios. ¿Lo ves?
Mat 4:4 Pero Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
2Ti 3:16-17 Toda Escritura es dada por inspiración de Dios, y es útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 para que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
¿Queremos ser perfectos y estar plenamente preparados para toda buena obra? ¿Tenemos alguna excusa para no serlo? No si tenemos la Biblia.
2Ti 2:15 Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que maneja con precisión la palabra de verdad.
Piensa en la diferencia de presentarte ante Dios preparado con las promesas que sabes que te ha dado y en las que crees, y pedirle como es debido, o en presentarte ante Él, sin tener ni idea de lo que te ha prometido, y por tanto sin saber cómo pedir y con poca o ninguna fe.
Rom 10:17 Así que la fe viene por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
Heb 11:6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que a Dios se acerca, crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
Sant 1:6-7 Pero que pida con fe, sin dudar; porque el que duda es semejante a la ola del mar, impulsada por el viento y echada de una parte a otra. 7 No piense, pues, ese hombre, que recibirá cosa alguna del Señor.
Ahora bien, conocer la Palabra y no obedecerla es peor que no conocerla.
Sant 1:22-25 Mas sed hacedores de la palabra, y no solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. 23 Porque si alguno es oidor de la palabra, y no hacedor, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. 24Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego se olvida cómo era. 25 Mas el que mira atentamente en la perfecta ley de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.
Es importante dar énfasis a las características y virtudes de lo que Dios dice de nosotros en su Palabra, cuando leemos la Palabra, entre otras mencionaré por ejemplo: que somos más que vencedores en Cristo, que hemos sido redimidos de todo pecado, que estamos libres de pecado, que ahora tenemos poder sobre el pecado y los espíritus malignos, que hemos sido santificados y sanados por Él y para Él, que todas nuestras necesidades son suplidas en su totalidad por Dios, etc: 1Jn 5: 4, Rom 8:37, Rom 6:22, Col 2: 13-15, 1Pe 2:24, Fil 4:19.
Pero si no obedecemos Su Palabra, la cual principalmente nos pide vivir en amor a Dios y amando desinteresadamente a los que nos rodean, entonces seremos oidores olvidadizos, y caeremos en la mediocridad de un cristianismo sin el Poder de Dios, y basado en nuestros propios esfuerzos por cumplir la Ley, lo que de por sí mismo está destinado a fracasar. Pero te aseguro que tu fe crecerá a medida que camines en Su amor, leyendo y obedeciendo por fe lo que leas en Su Palabra.
¿Cuántos cristianos conoces que lo que aspiran en su vida como cristianos es a ir a la iglesia los domingos, y tal vez algún otro día durante la semana, y luego como por su fuerza de voluntad tratar de mantenerse alejados del pecado, a ver si tal vez llegan al cielo cuando mueran? ¿Cómo crees que Dios ve ese tipo de vida? Es aburrida, por decir lo menos, cuando Él nos ha prometido estar con nosotros todos los días hasta el fin del mundo y llenarnos de SU PODER, para representarlo ante las naciones mientras rescatamos a los Hijos de Dios aún perdidos en el mundo. Mateo 28: 18-20, Mar 16: 15-20, Hechos 1: 8
Hoy en día hay miles y miles de predicadores que hablan de la Palabra de Dios. Sabiendo que también de que hay cientos de falsos profetas, es importante pedir al Señor que nos ayude a elegir de entre los mejores hombres de Dios. Pero no importa cuán bueno sea el predicador, por favor no sustituyas tu tiempo personal con Dios leyendo Su Palabra, para ir a escuchar a un predicador.
Es cierto que el Espíritu de Dios también habla a través de Sus Hijos, pero cuando ponemos a Dios primero, Él nos ayudará a encontrar a los predicadores ungidos por Él que podemos escuchar. Lo que estoy diciendo es: tu Padre Celestial quiere que pases tiempo con Él, a solas, porque Él te ama. Después de pasar tiempo con el Señor, entonces escucha a buenos pastores y maestros de la Palabra de Dios.
Mat 6:6 Mas tú, cuando ores, entra en tu alcoba, y cerrada tu puerta ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará en público.
Escucha y aprende de aquellos predicadores que te inspiren a confiar en Dios, en su Amor y bondad hacia nosotros, y que al mismo tiempo te inspiren a dar tu vida por el Evangelio y a dar lo que puedas para alcanzar a los perdidos. Examina lo que enseñan con tu Biblia. Pero no idolatres a los que viven y predican el verdadero Evangelio; todo lo bueno que hay en ellos proviene del mismo Espíritu de Dios que habita en ti. Pero por tu propio bien y el de los tuyos: evita a los predicadores que lo que predican es condenación, que te acusen de pecador, de indigno y de esto y de lo otro, etc., y que lo que quieren es ponerte bajo el yugo de la Ley. Gal 2:16, 5:14
Bendiciones... Alejandro
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